Tras una década dedicado a supervisar operaciones de atención sanitaria en todo el mundo, desde la remota Australia a las plataformas petroleras marítimas del Mar del Norte, el Dr. Mark Parrish de International SOS ha llegado a la conclusión de que todas las crisis sanitarias tienen como origen un problema común.
«Es necesario tener un plan», dice el Dr. Parrish. «Y hay que poder tomar decisiones basadas en ese plan con rapidez».
Esa filosofía es una de las razones por las que WeWork trabaja con el Dr. Parrish y con International SOS, una empresa de servicios de salud y seguridad, para crear protocolos integrales de salud y seguridad que reduzcan el riesgo de contagio de COVID-19 en todas nuestras ubicaciones. Los esfuerzos por preservar la salud y la seguridad ( English ) de WeWork han recibido recientemente ( English ) un Certificado global de conformidad de Bureau Veritas, una organización de evaluación, inspección y certificación reconocida internacionalmente. Hemos hablado con el Dr. Parrish acerca de cómo ayuda International SOS a las organizaciones a priorizar la seguridad durante la pandemia y acerca de lo que deben saber todos los operarios de los edificios sobre cuáles son las mejores prácticas en lo que respecta a la prevención del COVID-19.
WeWork: Ahora que los trabajadores están volviendo a las oficinas, ¿qué deberían hacer los operarios de los edificios para priorizar la seguridad?
Si se piensa en los riesgos existentes en una oficina en estos tiempos, el COVID-19 se ha convertido en la principal preocupación. Sabemos que a la hora de hacer frente al COVID-19 se necesita un enfoque múltiple. Para disminuir los riesgos, tienes que tener una política sobre el uso de mascarillas, tienes que asegurarse de que se respetan las medidas de distanciamiento social y se mantienen medidas de higiene, deberás revisar los sistemas de ventilación para asegurarte de que estén limpios y no distribuyan el COVID-19 por todo el lugar de trabajo. Estas son algunas de las principales áreas a las que hay que prestar atención.
Además, es vital contar con un plan para gestionar la situación si surge algún caso. Si se da un caso en tu plantilla o en una de tus ubicaciones, ¿cómo lo gestionas? ¿Tienes que encargarte personalmente de rastrear los contactos o se encarga de ellos el servicio de rastreo de contacto del sistema sanitario local? Por lo general, recomendamos que las organizaciones tengan establecido su propio sistema de rastreo de contactos, porque es posible que el sistema público no sea tan exhaustivo como sería deseable.
¿Hay riesgos inesperados a los que los operarios de los edificios tendrán que enfrentarse? ¿Hay riesgos que sean más difíciles de identificar?
Creo que ahora la mayoría de los operarios de los edificios son conscientes de los riesgos. Y con la colaboración de expertos como nosotros, han analizado las acciones que se han tomado y han realizado cambios en los entornos de los edificios. Lo que más nos sorprende no son los edificios o el entorno, sino las personas que los usan y su exceso de confianza, su inconsciencia y la falta de cumplimiento de las normas. Eso es lo que sigue sorprendiéndonos.
Te daré un ejemplo. El otro día hicimos un recorrido por vídeo por unas instalaciones (no se trataba de una ubicación de WeWork) y al final del recorrido, muy diplomáticamente, les comenté, «Todo está bien, pero me ha sorprendido ver a dos personas en la cafetería que han movido sus sillas para sentarse una al lado de la otra y se han quitado las mascarillas, a pesar de toda la señalización». Esas son las cosas que siguen sorprendiéndonos.
Los operarios de los edificios han realizado labores como la mejora de los sistemas de climatización, pero ¿se ha prestado atención a formas más sutiles, sociales y psicológicas de mejorar la salud y la seguridad?
Son especialmente importantes los mensajes psicológicos continuos que recuerdan a las personas los riesgos y qué debe hacerse para evitarlos. En algunos casos, el control de la temperatura puede funcionar bien si es una opción factible: no lo respalda una gran base científica, ya que muchos casos de COVID-19 no desarrollan síntomas y la fiebre puede presentarse por otros motivos distintos al COVID-19. Por lo tanto, no es un buen método para detectar la enfermedad. Sin embargo, sí refuerza el mensaje y ejerce de recordatorio. Estuve en nuestra clínica en Escocia y allí se controla la temperatura de todo el que entra y se rellena un cuestionario con preguntas sobre síntomas y contactos. Me resultó fascinante comprobar mi propia respuesta mental ante aquella situación. Me hizo ser un poco más consciente del potencial peligro al que podía exponer a los demás si fuese portador del virus del COVID-19.
También es necesario cambiar sutilmente la actitud mental de la gente para que siga prestando atención a estas cosas. Por ejemplo, se podría colocar carteles de señalización claros o desarrollar un programa de incentivos que proponga: «Si detectas algún problema que se nos haya pasado, te daremos un incentivo». O bien, se podría dar a las personas la posibilidad de analizar la organización y detectar áreas en las que crean que pueda fallar algo. Estas medidas son las que parecen funcionar bien.
Aparte, por supuesto, hay que asegurarse de que las medidas sean compatibles con las costumbres culturales locales. Lo que funciona en los Estados Unidos y en el Reino Unido podría no funcionar tan bien en algunas partes de Asia. Hay que adaptarse.
¿Qué podrían hacer muchos los operarios de los edificios a corto plazo para mejorar sus regulaciones de seguridad frente al COVID-19?
Comprobar el enfoque múltiple, comprobar la ventilación del edificio. Recorrer el espacio para ver si detectas algún otro problema. Y añadiría que no lo hagas solo, porque probablemente habrás estado involucrados en el proceso desde el primer día y puede que los árboles no te dejen ver el bosque. Encuentra a alguien que lo haga por ti, alguien que comprenda los riesgos y esté al tanto de las novedades. Contar con una mirada fresca y experta puede suponer la diferencia entre propagar el virus o detenerlo en un edificio.
¿Qué cambio, de los que ha traído consigo la pandemia, te gustaría que se adoptara permanentemente?
Asegúrate de que tienes un plan para la próxima pandemia, porque seguro que habrá otra. Creo que si pensamos en lo que más nos ha sorprendido de esto, ha sido el hecho de que muchas organizaciones no tuvieran un plan. Si tuviera que lanzar un mensaje a las organizaciones para el futuro, sería que se asegurasen de que cuentan con un plan para pandemias que sea sólido, porque volverá a pasar, es solo cuestión de tiempo.
T.M. Brown es periodista, escritor y presentador de podcasts y vive en Nueva York.