Independientemente de lo que se diga sobre Marie Kondo y el movimiento de la organización, ella sacó a la luz una visión profunda, y me atrevería a decir, hasta «transformadora» que llamó la atención de todo el mundo: la diferencia entre ordenar y limpiar. La lección que había que aprender era que, aunque a muchas personas se les enseñaba a limpiar, no necesariamente se les enseñaba a ordenar. Hacían una cosa, pero querían el resultado de otra. Kondo nos enseñó que limpiar es un acto de higiene y que ordenar es un acto de organización y categorización aplicable a toda una casa, con un efecto dominó en la vida cotidiana.
Es tan fácil pasar por alto términos que creemos que entendemos, solo por el hecho de ser seres humanos. Siguiendo ese pensamiento, hay otro conjunto de palabras que necesitamos diferenciar claramente: reunión y conexión.
Tendemos a utilizar los términos «reunión» y «conexión» de manera intercambiable, especialmente en lugares de trabajo, pero son dos tipos diferentes de interacción. Analizar esos conceptos desde un punto de vista crítico puede parecer excesivo, pero la mala interpretación de esta diferencia reside en por qué son insuficientes tantos eventos de «integración de equipos» y creación de redes de contactos ( English ). Si bien los empleadores intentan establecer conexiones entre sus empleados ( English ), a menudo se limitan a crear las condiciones para una «reunión». Una vez que entendemos la diferencia entre reunión y conexión, podemos empezar a programar eventos en el lugar de trabajo ( English ) (y el propósito detrás de ellos) de manera diferente, lo que genera un mayor éxito.
¿Qué entendemos por «reunión»?
A menudo, las reuniones se caracterizan por presentaciones iniciales. Lo sé bien por mis siete años de trabajo en la industria de citas en línea. Cuando las personas se reúnen, es más probable que intercambien información sobre sí mismas que anécdotas. Cuando hablas con una persona soltera que está de cita en cita, la queja más común es lo agotador que es el proceso de salir con alguien. Por supuesto que parte de eso se debe al proceso en sí mismo: es una logística aleatoria de coincidir, chatear y coordinar una cita en persona. Sin embargo, si escuchas más atentamente, te darás cuenta de que el aspecto más agotador de ese proceso es el intercambio repetido de información.
El simple hecho de intercambiar datos no proporciona una visión significativa de una persona. Y, sin esa visión, en un entorno como el de las citas, es muy fácil descartar a alguien. Un comentario, un peinado poco atractivo o no dividir la cuenta de una manera que creas apropiada puede significar un «hasta nunca» después de la primera cita.
En el lugar de trabajo, tendemos a hacer esos mismos juicios apresurados sobre nuestros colegas porque nunca llegamos a conocerlos en mayor profundidad. El mejor ejemplo de cómo nos reunimos sin conectarnos en el lugar de trabajo podría ser la excesiva dependencia de las happy hour (horas felices) como eventos sociales. No es que ciertas personas no puedan o no quieran conectarse en un happy hour. Pero estas condiciones son más adecuadas para una breve introducción a muchas personas, en lugar de una conexión más fuerte con unas pocas, que es lo que crea una experiencia más significativa para los empleados.
¿Qué entendemos por «conexión»?
Conectar ( English ) implica prestarle atención a alguien de forma más detallada. Tiene una cualidad energizante y tiende a ocurrir cuando escuchas sobre la vida de una persona. Conectar, se trata de ir más allá de titulares y cortesías, sin tener que divulgar vulnerabilidades o cuestiones personales. Conectar podría ser tan simple como discutir un episodio de Game of Thrones (Juego de Tronos) o describir el increíble burrito de queso que comiste anoche.
Piensa en los momentos en que alguien te contó una historia y la visualizaste mientras hablaba. Empiezas a imaginar a esa persona en un contexto diferente y, como resultado, obtienes una imagen más holística de ella en tu mente. Eso no significa que te tenga que gustar la persona o que tengas que entablar una amistad con ella, pero, a través de este tipo de interacción, eres capaz de obtener una imagen más completa de quién es realmente.
Cómo crear conexiones en el lugar de trabajo
A los empleadores les encantaría recibir una lista de «consejos y trucos» para ayudar a que sus empleados se conecten y generar un entorno de trabajo más satisfactorio. La cuestión es la siguiente: no pienses en términos de consejos y trucos, ya que eso significa que estás actuando tácticamente (abordando un aspecto a corto plazo) y no estratégicamente (considerando el objetivo general). En lugar de eso, piensa de forma holística en crear escenarios en los que las personas puedan ir más allá de información básica o titulares, y entrar en un espacio en el que se pueda generar una verdadera conexión.
Por ejemplo, comencemos con el pilar de tantas reuniones de trabajo: la comida. Es fácil pensar que el simple hecho de que haya comida gratis une a la gente. Bueno, en teoría, sí, pero buscamos algo significativo, no simplemente logístico. Cuando pedimos comida para una reunión de equipo, pensamos en términos de restricciones dietéticas, alergias y posiblemente preferencias grupales. ¿Pero qué tal si pensamos en la comida como una forma de aprender más sobre nuestros empleados? En WeWork, lancé un concepto simple pero conectivo llamado «Fiesta de los favoritos».
Déjame explicarte: antes de un almuerzo en equipo ( English ), envié por correo electrónico una breve y divertida encuesta a nuestros 15 miembros y me aseguré de incluir a cinco personas que acababan de unirse al equipo para garantizar una variedad de experiencias. Hice preguntas como «¿qué comida buscas inmediatamente en el menú de un bar?», «¿qué comida te hace sonreír?», «¿qué cosa nunca rechazarás?», «¿qué te deja exhausto?» y «¿qué representa tu cultura o tu vida familiar?».
Después de procesar las respuestas, nos reunimos con toda la comida etiquetada para indicar qué alimento estaba conectado a qué miembro del equipo. En ese proceso, compartimos algo más que alimentos basados en restricciones dietéticas. Estábamos compartiendo sonrisas, deseos, antojos y preferencias, tanto con comida gourmet como popular. De repente, la comida no era solo un elemento del menú, sino una forma de aprender más sobre el resto. Nuestro ingeniero de software, que es paquistaní, tuvo la oportunidad de hablar sobre el curry de pescado al estilo bengalí. A nuestro diseñador se le iluminó la cara cuando aparecieron los bocaditos de limón. Nuestro jefe de equipo elogió su plato de macarrones con queso y trufas.
La diferencia entre reunirse y conectarse
Podríamos haber comido juntos, sin más. En lugar de ello, tuvimos la oportunidad de aprender sobre nuestros colegas. El evento tuvo tantas conversaciones animadas que nadie debió recurrir a su charla de emergencia o a recitar una lista de datos personales. Tampoco fue necesario revelar nada demasiado personal, y nadie estuvo en aprietos.
Crear más conexiones auténticas en el lugar de trabajo puede ser así de fácil. Si una reunión sirve solo para conocer el nombre y el puesto de alguien, establecer una conexión puede ser tan simple como descubrir que tu colega cree que los bocaditos de limón son la unión perfecta entre una tarta y su textura.
Conectarse implica ir más allá de lo básico. No dejes este tipo de interacción para un evento fuera del lugar de trabajo. No sientas que una conversación tiene que ser personal o dolorosa (no hace falta que se trate sobre los problemas de alguien). No se trata de un análisis personal, sino que está relacionado con hacer espacio para descubrir la personalidad de un colega.
No se ha encontrado ningún campo.Lakshmi Rengarajan es asesora de conexiones en el lugar de trabajo de WeWork. Antes de trabajar con nosotros, fue directora de diseño y estrategia de eventos de Match.com, y fundó y desarrolló Me So Far, un foro de citas sin conexión cuyo objetivo era ayudar a personas solteras a pasar de simplemente reunirse a conectarse.