El año pasado se generaron grandes cambios en el mundo laboral. ¿Pero cuál es el próximo desafío? Cómo implementar estrategias y mejoras sistémicas que mantendrán las empresas en auge, los empleados comprometidos y un entorno sostenible como prioridad a largo plazo.
Aquí es donde entra en juego la idea de una ciudad de 15 minutos, en la que los seres humanos tienen acceso a todas sus necesidades a pie o en bicicleta, en un cuarto de hora o menos. Esto no solo reduce las emisiones de carbono, sino que vuelve a conectar a las personas con sus vecindarios y promueve el bienestar. A medida que las ciudades de EE. UU. comienzan a reabrir, la idea de que los empleados vuelvan a la oficina de manera sostenible también puede reforzar la economía. Exploramos esta idea recientemente en un panel de discusión en la WeWork Innovation Summit, moderada por Chris Ferzli. Mira la sesión on demand aquí. A continuación, se indican algunas conclusiones del debate.
Reducción de la huella de carbono
La pandemia ha impactado en nuestra huella de carbono. Según el Global Carbon Project, en 2020, se registró una caída del 7 % en las emisiones globales de dióxido de carbono, y el transporte terrestre y aéreo representó el 40 % de esta disminución. Los estadounidenses también viajaron 890 millones menos de millas por día en 2020.
Andy Keeton, estratega de datos y productos de Commutifi, una plataforma de automatización de datos y gestión de viajes cotidianos, explica que su organización utiliza tres métricas para ayudar a las empresas a cuantificar los impactos de un viaje cotidiano: costo, tiempo y emisiones de CO₂. “Antes de la pandemia, una persona gastaba alrededor de 6 dólares camino al trabajo. Tardaba 27 minutos en llegar a la oficina y generaba 10 libras de CO₂. Con el trabajo desde casa, esos datos comenzaron a mejorar, lo que genera ahorro de tiempo y costos”, afirma.
Los efectos de una ciudad de 15 minutos son visibles porque sustituir automóviles por medios de transporte activos como caminar, andar en bicicleta y monopatines eléctricos rinde con el paso del tiempo. “Una sola persona podría ahorrar 3 000 dólares al año, 100 horas y 5 000 libras de CO₂ simplemente con reunir a su equipo en un espacio más pequeño. Eso es más de 100 árboles que de otra manera tendría que plantar para compensarlo”, explica Keeton.
Darle prioridad a la experiencia del empleado
Las empresas están recurriendo a un modelo hub-and-spoke (centro y distribución) para reducir los tiempos de desplazamiento de los empleados y adaptarse a la forma en que estos prefieren trabajar. WeWork puso a prueba esta práctica en la ciudad de Nueva York con una sede central rodeada de oficinas satélite repartidas por toda la ciudad. Más del 70 % de los empleados expresaron su satisfacción con este modelo.
Chris Pyke, Ph.D., vicepresidente sénior de producto de Arc Skoru, afirma que “las personas se han dado cuenta de que el lugar donde trabajan tiene una influencia directa en su salud”. La investigación de su equipo demuestra que la satisfacción y la sostenibilidad de los empleados no se excluyen mutuamente. “Desde el punto de vista del diseño, vemos que los ocupantes de edificios prefieren y tienen niveles más altos de satisfacción, y también tienen emisiones de gases de efecto invernadero 50 a 60 % más bajas que las normales. Podemos tener sostenibilidad y satisfacción de los empleados, y en el mundo real, estas no son compensaciones”, explica Pyke.
Además, lo que impulsa la satisfacción de los empleados no solo es el espacio en sí, sino también la libertad de elección que ofrece una empresa. El modelo hub-and-spoke (centro y distribución) permite a las personas moverse a lugares de confort y bienestar, y complementa el espacio de trabajo híbrido que se está convirtiendo en la norma. “Necesitamos pensar en espacios de trabajo que promuevan la elección y luchen contra el aislamiento, mejoren la productividad y no generen agotamiento”, agrega Pyke.
Bueno para el medioambiente = bueno para los negocios
La ciudad de 15 minutos tiene otro beneficio más: permite que prosperen nuevos negocios, como tiendas familiares y minoristas independientes que se benefician de más tráfico peatonal. La atención médica minorista es otra área que verá grandes cambios, ya que Tom Grech, presidente y CEO de la Cámara de Comercio de Queens, explicó cómo funcionaría en el Condado de Queens, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos y el municipio geográfico más grande. “Si quieres llegar al punto decisivo de ‘vivir, trabajar y divertirte’, debería haber atención médica a largo plazo, por ejemplo, en el primer piso de un edificio de WeWork compartido por diferentes ocupantes. Tu servicio de atención médica, independientemente de la telemedicina, debe estar cerca y puede ser una ventaja que esté cerca del espacio de trabajo”, agrega.
Si lo observamos desde otra perspectiva, el concepto de ciudad de 15 minutos admite medios de transporte activos y multimodales, como caminar y andar en bicicleta, que no solo benefician al medioambiente, sino que también ayudan a las empresas. Un estudio de investigación de Transport for London reveló que las personas que caminan, andan en bicicleta y usan el transporte público gastan hasta un 40 % más de dinero cada mes en tiendas de su vecindario que los automovilistas en tiendas locales. En términos generales, mejorar la infraestructura para respaldar estas nuevas formas de transporte puede aumentar las ventas minoristas en hasta un 30 %.
Los empleadores también ahorrarán en costos de estacionamiento si más empleados caminan o van en bicicleta al trabajo. “La mayoría de las empresas ofrecen estacionamiento limitado para los empleados. Supongamos que tienes 200 empleados y 100 van a la oficina en automóvil, y luego 150. ¿Dónde conseguirás 50 espacios más? Abrir oficinas satélite ahorra decenas de miles de dólares solo de costos de estacionamiento, y proporciona todos los beneficios que provienen de la felicidad y el bienestar de los empleados», afirma Keeton.
¿A dónde vamos desde aquí?
La ciudad de 15 minutos es una solución tripartita que beneficia a las personas, las empresas y el planeta. Los panelistas describieron los próximos pasos que deben implementarse de inmediato.
En primer lugar, reorganiza los procesos de contratación y elige el talento no solo en función de la habilidad, sino también teniendo en cuenta la forma preferida de trabajar de un candidato. Grech explica: “Como empleador, podría ser igual de importante encontrar a alguien realmente bueno que no necesita ir a la oficina, lo que sería un beneficio para mí, para él y para el medioambiente”.
En segundo lugar, reconsidera el rol del espacio de trabajo más allá del horario habitual de 9 a. m. a 5 p. m. y priorizando la experiencia del empleado. Pyke cree que el espacio de trabajo del futuro no solo es un lugar de trabajo, sino un lugar de bienestar. “Nuestros espacios de trabajo deben brindar paz mental y mantener a los empleados comprometidos y más productivos”, afirma. “El espacio de trabajo no es solo un lienzo. Puede hacer el bien de forma intencionada”.
Keeton reitera la importancia del viaje diario al trabajo y cómo se puede reestructurar para influir mejor en el bienestar de los empleados y el medioambiente. “La flexibilidad es clave”, agrega. “Piensa en cómo puedes proporcionar un entorno flexible para tus empleados, ya sea que se trate de un horario de trabajo o de cómo llegan a la oficina”. Es la guinda del pastel para convertir esta ciudad de 15 minutos en una realidad.
Mira la sesión on demand aquí.
Melissa Yap es creadora de contenido para la plataforma tecnológica líder SteelHouse y escritora independiente con raíces australianas, ahora ubicada en Los Ángeles, Nueva York y Londres. Sus publicaciones han aparecido en Fortune, Huffington Post, Monocle, CNN y Adobe.