El espacio de trabajo híbrido está de moda, con muchos empleados que dividen su tiempo entre trabajar desde casa, la oficina corporativa y el espacio de trabajo digital. El trabajo a distancia se ha considerado beneficioso para la mayoría de los empleados. Aun así, los empleados también informaron que aprecian tener espacios físicos para intercambiar ideas, colaborar y socializar con compañeros de trabajo. Desde septiembre de 2021, el 40 % de los trabajadores ha regresado a trabajar en persona, lo que evidencia más que nunca que una oficina física es mucho más que un simple escritorio.
Y no solo queremos decir eso metafóricamente. Los siguientes miembros de WeWork han adaptado sus oficinas de manera creativa para que se adapten a sus necesidades individuales. Han transformado una oficina estándar en una sala de edición, un depósito, una suite ejecutiva y un salón de clases.
Una oficina convertida en estudio de edición de películas
Bob Korn es editor y cineasta. Se especializa en videos y material de archivo. Antes de la COVID-19, usaba principalmente las instalaciones de sus clientes para editar. Sin embargo, cuando su trabajo se recuperó después del confinamiento inicial, ya no podía acceder a las oficinas de sus clientes.
Una oficina de WeWork demostró ser una solución ideal. Korn trabaja en WeWork 1875 K St NW, Washington, D. C., a 50 minutos a pie de su apartamento, lo que le permite ejercitarse un poco en el camino de ida y vuelta. Describe su oficina, que utiliza como sala de edición, como la “esquina” perfecta: es una esquina de un pasillo interno con vistas a través de paredes de cristal para mirar al otro lado del salón.
“Tradicionalmente, las suites de edición no tienen ventanas y cuentan con iluminación atenuada controlada, por lo que un editor puede hacer ajustes de color precisos sin reflejos ni iluminación de temperatura de color aleatoria que interfiera”, explica. “Pero, ¿quién quiere estar en una sala sin ventanas todo el día?”.
Korn hizo algunos pequeños retoques para personalizar el espacio según sus necesidades. Trajo sus propias lámparas regulables, agregó cortinas que pueden bloquear la luz del pasillo y puso espuma acústica que absorbe el sonido en algunos lugares para amortiguar el eco.
“No es una oficina típica de WeWork”, dice, pero es ideal para él.
Un centro de cumplimiento de dispositivos médicos
BioCoach comenzó como una empresa que intentaba hacer que los dispositivos médicos fueran más accesibles, pero en el camino, el equipo construyó una plataforma para mejorar los cuadros de diabetes de las personas.
La empresa vende un programa diseñado para mejorar la salud metabólica, dirigido a personas con diabetes y prediabetes, explica Alexandra Payne, directora de operaciones de BioCoach. “Nuestro objetivo es hacer que la vida saludable sea simple y asequible”, dice. “Tenemos un medidor de glucemia y cetona, y un medidor A1C que se vincula con la aplicación”.
Como BioCoach ofrece dispositivos físicos, la empresa tenía requisitos específicos para su espacio físico de oficina. Además de su oficina de 10 personas en WeWork Capella Tower, Minneapolis, BioCoach incorporó otra unidad de seis personas dedicada al cumplimiento de pedidos en el mismo edificio.
Nos encanta la capacidad de agregar metros a nuestro espacio cuando lo necesitamos, como cuando contratamos a más empleados o decidimos ejecutar los pedidos internamente.
Alexandra Payne, directora de operaciones de BioCoach
“El modelo de WeWork es asombroso porque hay espacio para expandirse o reducirse”, dice Payne. “Nos encanta la capacidad de agregar metros a nuestro espacio cuando lo necesitamos, como cuando contratamos a más empleados o decidimos ejecutar los pedidos internamente”.
Esta flexibilidad elimina muchas conjeturas relacionadas con la planificación para el futuro. “Si tuviéramos que firmar un contrato de arrendamiento de 10 años con un espacio comercial tradicional, tendríamos que predecir cuánto espacio necesitaríamos”, dice. Con WeWork, BioCoach puede ampliar o reducir su espacio sin problemas según sea necesario.
Una suite ejecutiva privada
Para Exploration.io, una empresa que utiliza software con el objetivo de ayudar a gestionar derechos de autor y datos de la industria musical, el trabajo remoto no es nada nuevo. La empresa ha trabajado a distancia desde sus inicios, hace casi ocho años, afirma la cofundadora y directora de operaciones Rene Merideth.
En el pasado, trabajar completamente a distancia generaba sus propios dolores de cabeza. En los primeros días de Exploration, Merideth y su socio comercial, Aaron Davis, trabajaban en un apartamento. “Una vez, tuvimos una reunión con un cliente que nos obligó a vaciar completamente el dormitorio y armar una mesa improvisada a modo de sala de reuniones. Prometimos que nunca volveríamos a hacer eso”, dice Merideth.
Después de alquilar un escritorio designado en un espacio de coworking, Merideth se dio cuenta de que todavía faltaba algo. Si bien le dio una separación muy necesaria entre el trabajo y la vida en el hogar, no cumplía sus requisitos en términos de privacidad para las reuniones con los clientes y otras necesidades comerciales.
Así que recurrió a WeWork, donde su nuevo espacio, al que llama “suite ejecutiva”, cumple múltiples funciones. Ahora Exploration tiene una oficina privada con capacidad para cuatro personas en WeWork One Culver, Culver City, CA.
Merideth dice que utiliza la oficina para centralizar los documentos de la empresa (“una forma elegante de decir archivo”), así como para reunirse con clientes. “WeWork nos brinda una ubicación centralizada, un lugar al que podemos llamar base de operaciones”, añade.
También aprovecha las instalaciones para reuniones, que resultan útiles cuando recibe a clientes y compañeros editores de música. “Pudimos organizar la reunión de la Junta de Verano de la Conferencia de Derechos de Autor de California aquí en Culver City, en un espacio seguro contra la COVID-19 y con una gran sala de reuniones”, cuenta. Afortunadamente, no tuvimos que mover ningún mueble para ese encuentro.
Una aula para niños y un espacio para padres
Al buscar un espacio de oficina, Marc D’Antin tenía algunos requisitos. D’Antin es el gerente ejecutivo de Fit Learning DC, un centro de tutoría que ayuda a estudiantes a desarrollar fluidez académica. Además del espacio de oficina tradicional donde los estudiantes pudieran reunirse con su equipo de psicópedagogos, necesitaba acceso a salas de reuniones, así como a un área donde los padres pudieran esperar a sus hijos. Una oficina en WeWork 1875 K St NW en Washington, D. C., demostró ser el lugar ideal.
La espaciosa recepción, por ejemplo, era perfecta para los padres que esperaban. “Pensé que era una buena opción porque ofrecía un espacio muy cómodo para los padres”, explica, “y las paredes de cristal que dan a las oficinas, donde los estudiantes se reúnen con el equipo, hacen que los padres se sientan más cómodos”.
Esa y otras amenidades, que incluyen internet, servicios de impresión y café expreso, impulsaron el cambio de una oficina para dos personas a un espacio para cuatro en el mismo edificio en febrero de 2021. Dado que algunos alumnos estaban listos para las sesiones presenciales, mientras que otros preferían seguir con las clases virtuales, la flexibilidad que ofrece WeWork ha sido inestimable.
A medida que se reanuden las sesiones en la oficina, las salas de reuniones se volverán más importantes para el negocio de D’Antin. “Antes de la pandemia, tenía un equipo de instructores y, si había varios estudiantes a la vez, podíamos tener algunos en la oficina y otros en las salas de reuniones”, dice. “De cara al futuro, creo que comenzaremos a necesitar de nuevo ese espacio extra”.
Como beneficio adicional para los padres de sus alumnos, D’Antin dice que siempre está dispuesto a reservar una sala de reuniones para los padres que necesitan asistir a una reunión de negocios mientras su hijo está en clases. Es solo otra forma en que promueve el espacio para ayudar no solo a los niños a los que atiende, sino también a sus padres.
Angelica Frey es traductora y escritora de temas relacionados con las artes, la moda y la comida. Se crio en Milán, pero actualmente vive en Brooklyn.
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