Todos los espacios de WeWork están diseñados intencionalmente para promover la inspiración y la colaboración. En Diseños que inspiran, nos adentramos en los elementos arquitectónicos y artísticos de estos espectaculares edificios.
¿Qué sucede cuando combinas un edificio de clase A con vistas a montañas nevadas? Te damos la bienvenida a WeWork 250 Tower, ubicada en un edificio de 16 pisos en Salt Lake City. Con el fin de atender a la nueva fuerza laboral, The Tower recientemente tuvo su primera renovación importante, con un diseño interior y amenidades renovados y modernizados. El edificio cuenta con salones llenos de luz, salas de reuniones espaciosas y una amplia terraza al aire libre, todo con vistas incomparables de las montañas Wasatch.
“Lo que lo hace especial no es solo el edificio en sí, sino la ubicación y las increíbles vistas de 360 grados”, dice Alexandra Low, directora de diseño de WeWork, cuyo equipo dirige el diseño de los espacios de WeWork.
Es una de las pocas torres de oficinas con vistas de 360 grados en esta ciudad desértica de gran altura rodeada de picos. Las vistas de WeWork 250 Tower ofrecen puntos de observación del centro de Salt Lake City, con el edificio del Capitolio del Estado al norte, la Universidad de Utah al este y una vista panorámica de Salt Lake Valley al sur.
“Algo que es importante en nuestro espíritu de diseño es que trabajamos con los elementos naturales del edificio… [y] queríamos trabajar con la arquitectura natural del espacio”, expresa Low. Este enfoque de “afuera hacia adentro” también ayudó a crear un entorno propicio para la productividad.
El ejemplo de la naturaleza
El espacio de WeWork 250 Tower ocupa los dos niveles superiores del edificio. Tiene toques decorativos y elementos inspirados en el entorno al aire libre, desde la carpintería hasta las obras de arte por encargo.
La carpintería, una característica de diseño clave, se construyó a medida en el lugar y el resto del diseño se basó en ella. “El equipo seleccionó una madera de nogal con un acabado de chapa oscura, [que] equilibra perfectamente el piso de roble blanco, los techos altos y las paredes blancas, para que no resulte demasiado agobiante”, agregó Low.
Lo que lo hace especial no es solo el edificio en sí, sino la ubicación y las increíbles vistas de 360 grados.
Alexandra Low, directora de diseño de WeWork
El equipo de diseño también agregó toques de vegetación ( English ) donde pudo; seleccionó plantas naturales para el entorno que complementan la paleta de colores. En la despensa, las encimeras de mármol verde evocan el paisaje que se ve a través de los vidrios. También se agregaron fibras naturales, como alfombras hechas de sisal, en las salas de reuniones y las salas de estar. “A veces reforzamos con una alfombra con textura pero tenue, que no sea estridente, para realzar el ambiente”, dice Low.
Los miembros también pueden disfrutar de todas las amenidades y beneficios de WeWork en el “Club 250” del segundo piso, que incluye acceso a un centro de acondicionamiento físico, duchas, gimnasio, patio exterior, barra de café y un estudio de grabación, todo en el edificio. Pueden tomar el ascensor hasta el penthouse, que ofrece techos de 20 pies a través del pleno abierto hasta la terraza.
Momentos de calma
La intención del diseño de WeWork 250 Tower fue hacer un espacio acogedor, accesible y familiar. La iluminación ( English ) decorativa es un gran aporte a la ambientación. Esto incluye lámparas de trabajo de terracota en los hot desks, que dan a las áreas una sensación de más privacidad en un espacio público. “Es un pequeño detalle que eleva la experiencia del usuario”, indica Low.
El mobiliario del espacio combina piezas modernas de alta gama con hallazgos vintage únicos que generan una sensación excepcional. El equipo de diseño colaboró con Knoll para diseñar las sillas Cesca que se personalizaron con la propia selección de telas y esterillas de WeWork.
Un espacio destacado, dice Low, es un rincón especial que cuenta con banquetas tapizadas por encargo y respaldos de sillas hechos con mantas Pendleton, junto con obras de arte realistas pintadas a mano por el equipo de arte y gráfica de WeWork. “Es para relajarse fuera de los escritorios”, explica. “Es más silencioso, privado y acogedor”.
En toda la 250 Tower, los visitantes encontrarán una combinación sorprendente de impresiones, láminas y arte original. Un gran mural pintado en la sala de estar tiene un impacto inmediato. “Irradia una sensación amaderada”, dice Low, en consonancia con el estilo general del diseño, “pero en una paleta diferente de rosas y grises para equilibrar el espacio”.
Diseñado en función de la productividad
“Una de las cosas que hace que este espacio de trabajo sea tan exitoso es que las personas quieren trabajar en las salas de estar ( English ) y los espacios públicos porque se sienten realmente bien”, explica Low. “La gente se siente tan cómoda que pone los pies sobre los muebles… y ese es el ambiente que estamos tratando de crear”.
El equipo de iluminación de WeWork considera la luz natural en el espacio como su propio elemento de diseño. En áreas donde no se puede tener ese tipo de luz, el equipo aplicó tecnología de iluminación LED para promover la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Como si el edificio y sus vistas no fueran suficiente atractivo, la ubicación de la torre es propicia para establecer contactos de trabajo y formar comunidades. Está a poca distancia de Beer Bar, Taqueria 47 y una gran cantidad de otros restaurantes, y está a solo dos cuadras del Gallivan Center, una plaza pública para exhibiciones y festivales, así como de la estación TRAX para el transporte público.
Por último, WeWork 250 Tower recibe con gusto a los miembros de la familia de cuatro patas (siempre una ventaja), por lo que no es de extrañar que muchos se sientan como en casa en 250 Tower.
Melissa Yap es creadora de contenido para la plataforma tecnológica líder MNTN y escritora independiente con raíces australianas, ahora radicada en Los Ángeles vía Nueva York y Londres. Sus publicaciones han aparecido en Fortune, Huffington Post, Monocle, CNN y Adobe.
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