Mientras nos planteamos el rol de la oficina en un mundo con COVID-19, ahora las personas quieren mayor flexibilidad en el lugar y la forma en que trabajan. Para las empresas, esto quiere decir redistribuir a los empleados en diversas ubicaciones, sea en la misma ciudad, país o en otras partes del mundo.
Estos enfoques pueden ser nuevos para algunas personas. Dado que es una empresa internacional con empleados en diversas ubicaciones, en WeWork aprendimos algunas lecciones sobre cómo desarrollar equipos dispersos altamente conectados. En Australia, donde cumplo mis funciones como gerente general, WeWork tiene empleados en cuatro ciudades. Nuestra meta es fomentar una cultura inclusiva, diversa, colaborativa y que se base en la confianza.
Si bien el futuro del trabajo sin dudas se ve diferente, los seres humanos vamos a seguir buscando formas de interactuar, aprender y crecer. Estos son cuatro consejos claves para ayudar a fomentar la cultura en un equipo distribuido:
Comunicación sincera
La comunicación está de primera en la lista. Es fundamental tener un cronograma de reuniones de equipo (¡y cumplirlo!) para los equipos que trabajan desde distintas ubicaciones, de modo que la comunicación sea lo primordial. Una frecuencia confiable y regular para las reuniones (cuando sea posible, en persona; cuando no, de forma virtual) permite compartir buenas noticias, celebrar el éxito y enfrentar desafíos. Crear una cultura en la que los empleados tengan la posibilidad de hacer preguntas ayuda a cultivar la confianza y la interdependencia.
Para los equipos distribuidos, la falta de conversaciones casuales o de encuentros fortuitos en los corredores hace que no siempre podamos percibir las señales no verbales de nuestros colegas. Entonces, cuando la proximidad no es posible, se debe aprovechar la tecnología como una herramienta para mantener la unión y la conectividad. Si tienes dudas sobre qué canal usar en determinadas circunstancias, quizás estas sugerencias puedan ayudar:
- Correo electrónico: comunicación para grupos grandes y actualizaciones fundamentales
- Slack: colaboración activa, charlas y bromas digitales (GIF, memes, cosas divertidas)
- Zoom: reuniones por video, cámara activada
Consejo: organiza reuniones por Zoom en horario de atención sin una agenda establecida, que solo sea un foro abierto para hacer preguntas o conversar con una taza de café de por medio.
Presencia
Con esto, me refiero a representar un liderazgo auténtico y humano. Si bien la palabra "autenticidad" está de moda, siempre me sentí inspirado por los líderes transparentes, con los pies en la tierra y comprometidos con sus equipos. Lo que se destaca es el elemento humano de la administración: un interés genuino por los empleados y, quizás lo más desafiante para los líderes, comodidad a la hora de compartir emociones.
Cuando empezó esta pandemia, el equipo y yo entramos en modo "gestión de crisis". Unas semanas más tarde y con las cosas bajo control, el panorama mundial aún era de incertidumbre. No podía evitar pensar que, si yo no me sentía tranquilo, el equipo debía sentir las mismas frustraciones. Entonces decidí analizar mis emociones en una asamblea con toda la empresa. Esto logró que los líderes de los equipos restablecieran las expectativas y los objetivos, y que volvieran a alinear las tareas interfuncionales.
Creo que, si seguimos involucrando a las empleados y a los miembros por medio de un abordaje de los problemas rápido y con un propósito, podemos sortear situaciones de gran dificultad. Como líder, aprendí que demostrar curiosidad genuina por el bienestar de otra persona y estar disponible tienen un impacto profundo en la unión del equipo. Incluso en Zoom, activo mi sexto sentido para las emociones. Cuando percibo frustración o preocupación por el bienestar de alguien, realizo llamadas posteriores a modo de seguimiento.
Consejo: sé humano, sé amable. Saber cuándo y cómo compartir mis emociones contribuye muchísimo a desarrollar un entendimiento más personal de los que están lejos.
Crea una sensación de estabilidad
Con esta creciente incertidumbre, los niveles de ansiedad se dispararon naturalmente, por lo que ofrecer claridad es esencial. Con tantos cambios, enfocarse en la estabilidad interna permite brindar tranquilidad en momentos de dudas. Enfrenté este aspecto con la mayor transparencia posible. Incluso compartí los indicadores de rendimiento clave de la empresa y los pronósticos del mercado en las reuniones mensuales.
En entornos con tantos cambios, el optimismo es fundamental. Nos enfocamos en fortalecer los vínculos del equipo para mantener un espíritu positivo. Conocernos mutuamente y combinar momentos de diversión durante la jornada laboral suben la moral y permiten seguir desarrollando el capital social.
¡Y no podemos olvidarnos de la diversión! Cuando comenzó la pandemia por la COVID-19, instauramos de inmediato la hora feliz los viernes por la tarde. El único propósito de esto era reunirnos y terminar la semana con una actividad informal y amena en la que pudieran participar todos los miembros del equipo.
Implementamos iniciativas para priorizar el bienestar de nuestra gente, sin importar dónde estén. Las rondas de escucha brindan la oportunidad de recibir comentarios y ofrecer mejor resultados para los empleados, para resolver problemas y para implementar medidas nuevas con el foco puesto en el bienestar.
Otra de las actividades favoritas: organizar rondas de gratitud para reforzar una sensación positiva de camaradería y espíritu de equipo. La experiencia de la COVID-19, que nos separó (físicamente), reforzó mi creencia de que los seres humanos necesitamos estar juntos. El objetivo primordial es mantener a nuestra gente a salvo, sana y unida durante estos tiempos tan extraños.
Consejo: establece (y restablece si es necesario) metas claras, posibles y factibles. Los objetivos pueden mantenerse y alinearse con las prioridades de la empresa a través de reuniones frecuentes con los equipos.
Las personas, primero
En WeWork, contamos con profesionales talentosos que demuestran increíble pasión, automotivación y capacidad de logros exitosos. Liderar una empresa rentable y hacer que los empleados participen y se sientan realizados es la base del futuro del espacio de trabajo. Al mismo tiempo, tenemos plena conciencia de que la cultura del agotamiento es muy viable, especialmente durante una pandemia, cuando los límites entre el trabajo y la vida personal se desdibujan.
Considero que, primero, tengo la responsabilidad de cuidar a mis empleados a fin de que se sientan contenidos, satisfechos y motivados, y que puedan hacer lo correcto para nuestros miembros. Los resultados de rentabilidad llegarán solos. Se empieza por el simple e ignorado impacto de tener reuniones durante el horario de laboral de las zonas horarias de los empleados. Las reuniones fuera del horario laboral hacen que los límites entre la vida laboral y personal se desdibujen aún más.
Consejo: sé considerado con los demás y ten en cuenta las zonas horarias de todos cuando organices una reunión virtual. La flexibilidad es importante, pero también lo son los límites.
Crear una empresa no es una carrera corta, sino un maratón. Es importante mantener el ritmo y cuidarte primero, para poder cuidar a tu equipo. Sé curioso, cooperativo y amable. Cuida la forma en que te comunicas con los equipos y las herramientas que usas para hacerlo. Pero principalmente, no temas ir en contra de las normas. Este es un momento fascinante en el que podemos decidir cómo será el futuro del trabajo.
Al final del día, todos somos seres humanos y podemos empoderarnos mutuamente para dar rienda suelta a todo nuestro potencial. En los próximos meses, las personas probarán diferentes modelos híbridos para desarrollar la conexión y la sensación de comunidad entre los equipos. Si bien la necesidad de la experiencia en vivo no desaparecerá en el trabajo, podemos adaptar nuestro comportamiento para mantener lazos sólidos entre miembros del equipo y una sensación de comunidad, incluso con equipos remotos.
Balder Tol es holandés y obtuvo un máster en Administración de la universidad de Sídney antes de convertirse en el primer empleado de Airbnb Australia en 2012. Tras establecer una sólida presencia de Airbnb en Oceanía, Tol se abocó a su pasión de construir comunidades como gerente general de Tank Stream Labs, un espacio de coworking centrado en la tecnología ubicado en el corazón de Sídney. Se unió a WeWork como el primer empleado australiano de la empresa en 2016, como director de comunidad. En Australia, WeWork tiene más de 12 000 miembros en 21 ubicaciones en Sídney, Melbourne, Brisbane y Perth.